Nací en la mañana del 24 de Julio con una luna en leo y un sol en leo, determinado, según dicen, por mi ascendente en Cáncer así que mis emociones siempre están a flor de piel y por eso también resulta que, según dice mi astrólogo, soy muy vulnerable…en fin. Mas que melancólico les cuento que toda mi infancia fue un espacio de muchas travesuras, por no decir que cometí muchas faltas que para las consecuencias que tenían iban mas allá de una simple llamado de atención, así que mi madre tuvo que hacerse cargo cuando la llamaban del colegio para decirle que no moleste a mis compañeros de clase, que como terminaba primero mis tareas solía pararme en mi propio banco de madera para deleitarlos con un espectáculo completamente improvisado de humor; también era el que cada vez que iban a visitar mis tías debían salir a buscarme porque andaba con mis amigos del barrio por el monte, buscando alguna que otra cosita que nos resulte llamativa o propia de los grandes o también por que no, juntábamos papeles para después venderlo y hacernos de nuestro primer dinerillo que gastábamos en golosinas. Recuerdo que cuando para los meses de marzo-abril llegaban las inundaciones yo solía estar muy ocupado durante todo el día porque se llenaban las veredas de familias que se iban de sus casas esperando que la creciente baje, para mi era una aventura llena de sorpresas y encuentros con amigos por montones y a cualquier hora, que terminaban cuando el camión del ejército nos daba comida gratis que sacaban calentita de una gran olla que alcanzaba para todos e incluso podíamos repetir. La adolescencia pasó entre cambios de escuela y provincia y bailes de folklore a puro zapateo recorriendo distintos lugares de mi provincia de Entre Rios. No podría decir que todo el recorrido desde la niñez hasta incluso ahora hubiera sido el mismo si no fuera porque mi mamá me regalaba libros de cuentos, que leía una y otra vez y aún tengo muy presente por ejemplo el que decia que habia un musico que tocaba la flauta tan bellamente que embelesaba a las ratas de la ciudad y cuyo final yo cambiaba siendo compañero del flautista por cada ciudad que iba, ni hablar de las aventuras de Alicia que dormida recorrió todo un universo rodeada de animales que la llevaban de un sentimiento a otro. Asi llegué hasta la que ahora se llama Facultad de Artes, dependiente de la UNLP, sin el purismo de aquello que decían Bellas antes de la práctica creativa, ahi desarrollé mis estudios en pintura  una vez que pude desarrollar mi interés plástico y explorar muchísimas herramientas puedo compartirles mis producciones en la pestaña de colección dentro de esta misma página. Mis trabajos fueron construidos en relación con la forma y el color y generando cuestiones de espacio aplicados a la obra